En estudio

Guillermo Peluffo: "Hay muchos valientes entre las nuevas canciones de Trotsky"

“No somos los dueños de Trotsky: es la gente, de distintas edades, en distintos momentos, son los dueños del grupo”.
2018-11-16T05:28:00

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La semana que viene estará disponible Los valientes [Bizarro, 2018], nuevo trabajo de Trotsky Vengarán. Este álbum muestra la consolidación de un sonido personal de la banda, que trasciende el corsé del punk rock y se nutre de influencias del rock&roll neoyorkino de los 70. Además, el universo lírico de TKVGN se expande. Los personajes y las peripecias que atraviesan no son ni caen indiferentes. "Hay muchos valientes entre las nuevas canciones de Trotsky", dice Guillermo Peluffo, cantante y autor de los textos del grupo.

En esta edición de En Estudio, Peluffo habla de la extensa carrera de Trotsky Vengarán, y de la obsesión porque las canciones "hagan honor a la banda". "Con el tiempo te das cuenta que hay canciones tuyas que empiezan a ocupar un lugar dentro de la vida de las personas, de las que te siguen y de las de muchos más también. Hay algunos que conocen solo algunas canciones nuestras, y te das cuenta del valor que tiene eso. Más con el tiempo. Y a la hora de enfrentarte a una nueva obra querés estar a la altura de lo que generaste. En algunos casos creo que generamos cosas muy buenas, a veces no tanto, pero tratamos de alcanzar eso que produjeron otras canciones, no estrictamente exitosas. El éxito es la comunicación, que hayamos podido transmitir algo, que hayamos generado una canción que un grupo de personas, solas o juntas, la fueron tomando".


Además, reflexiona sobre la responsabilidad de expresar opiniones y pinta un panorama de la sociedad uruguaya y el gataflorismo local, Jaime Roos incluido. "Muchas veces, la gente se expresa por oposición. Creo que esa es una enfermedad que tenemos los uruguayos, que somos un país que se define por oposición [...] Al final todo eso cae, se mete en el agua que tomamos y todos nos definimos por oposición a. Yo eso lo reservo para los jóvenes, para los adolescentes. Un problema que estamos teniendo en Uruguay es que hay viejos que no dejan que crezcan los jóvenes. Para empezar los viejos-viejos, los octogenarios que siguen reclamando el lugar de la revolución. Córrase, váyase. Fuera, no joda más. Deje que los adolescentes decidan cómo quieren hablar, cómo quieren decirle a los putos. Eso es lo que pienso. Todos esos octogenarios de izquierda que se sentaron ahí y todavía no se corrieron, y hay viejos como yo, que quieren correrlos, y es imposible".

 

"No puedo hablar con el lenguaje de un joven, de un adolescente, con esa impronta, con esa espontaneidad. Eso se perdió. Si voy a abrir la boca tengo que medir, tengo que afilar bien la navaja, el bisturí, para llegar donde quiero llegar, y no quiero romper tejido sano. Cuando sos adolescente, o más joven, no te importa. Tirás un misil y que explote. [Quiero] que quede claro de qué estoy hablando. De qué aspecto de la realidad que molesta. Porque ese es otro problema que estamos teniendo ahora. Cinco grados de diferencia en una opinión parece que fueran un abismo", dice en otro momento de la charla.

 

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