En estudio

Jorge Castro Vega: “El fútbol y el honor son como dos metáforas de lo que creemos ser"

"A lo largo de nuestra historia hemos tenido muchas personas dispuestas a matar por una idea, y pocas dispuestas solo a vivir, o a morir, por una idea".
2017-09-14T14:40:00

Más de En estudio

Jorge Castro Vega, abogado, juez, "poeta que escribió una novela", acaba de publicar El padrino de Batlle (Estuario, 2017), una narración que toma como punto de partida un oscuro episodio de la historia nacional para reflexionar sobre los valores que construyen la identidad uruguaya.

El padrino de Batlle refiere a las últimas horas de Francisco Ghigliani, "la mano derecha de Batlle durante un período importante. Su padrino en los duelos de honor, pero además un didacta del batllismo", que luego de la muerte del estadista se convierte en un impulsor de la dictadura de Terra y simpatizante del fascismo italiano. Las voces de Ghigliani, Ricardo Paseyro y Baltasar Brum entretejen un relato coral que deja en evidencia que "la historia de nuestro siglo XX tenía un cadáver en el ropero".

En esta edición de En Estudio, Jorge Castro Vega repasa el devenir que lo llevó a escribir sobre Ghigliani, "un legislador que no tiene calles" ni es reivindicado por ninguna colectividad, pese a haber sido impulsor de la ley de representación proporcional y la ley de radiodifusión, y estuvo al frente del Comité Olímpico Uruguayo en oportunidad de los títulos futbolísticos de 1924 y 1928. "No es un sujeto que coquetea con el poder. Está instalado en el riñón del poder, y aparece muerto en circunstancias muy oscuras en 1936, en el apogeo de su poderío", dice el autor.


Castro Vega explica que escribió esta obra tratando de meterse "en los lugares propios de un escritor: en la locura de sus personajes, en las grandes contradicciones de nuestra historia, en este sujeto que no tiene ningún pudor en empezar a brindar en su conversación con el lector, y comienza bastante bien. Por la patria, los duelos, pero inmediatamente desbarranca, y empieza a brindar por Rivera pateando cabezas. Sin remordimientos, en una especie de toma de postura histórica muy dura, que no tolera que le hagan arrullos principistas a su discurso".

"El fútbol y el honor [son] como dos metáforas de lo que creemos ser. Pienso que creemos en un honor que no es aquel en función del cual operamos. Es bastante más alto que aquel que en la práctica llevamos. Pero nos gusta creer que tenemos esa visión del honor, enaltecida. Nos gusta creer que tenemos muchos [Baltasar] Brum. Muchos hombres dispuestos a dar su vida por dar un ejemplo cívico. Y tenemos un solo Brum. A lo largo de nuestra historia hemos tenido muchas personas dispuestas a matar por una idea, y pocas dispuestas solo a vivir, o a morir, por una idea [...] A nosotros nos gusta creer que Brum somos todos. Y veo, con cierto dolor, que no tenemos tantos Brum, tantos [Julio César] Grauert, tantos [Ricardo] Paseyro, y que el discurso de Ghig [Ghigliani] es bastante más identificatorio de lo que a mí me gustaría", dice, en otro momento de la charla.

 

Canal M para móviles

Disponible para iOS y Android