Canal M

Carmen Pi es cantante, compositora, intérprete, arreglista, directora de coros y muchas cosas más. En los últimos ocho años publicó dos discos [Puntos Cardinales, Bizarro, 2010, y Jardín Carmín, Bizarro, 2014], participó en proyectos propios y ajenos, y tocó y cantó mucho. Además fue dos veces madre y, por ese motivo, en 2017 sacó un poco el pie del acelerador.

Ahora vuelve con nuevas ganas y desafíos. El domingo 11 participará de Brecha de Género, en la Sala Zitarrosa, junto a un destacado grupo de artistas femeninas, y el 4 de abril se presentará junto a Tato Bolognini en la Sala Felisberto Hernández, también en la Zitarrosa. Además, está preparando un show "muy diferente a lo que ha hecho" y que "no se ha hecho nada parecido", que implica un "maridaje de canciones del período renacentista y del barroco temprano, con canciones actuales, sobre todo de nuestro cancionero popular uruguayo, donde los temas que atraviesa son universales".

Sin embargo, no está pensando en un nuevo trabajo discográfico. "Mi creación se abocó a la creación humana, básicamente. Fui mamá, y llevé la creatividad para otro lado", dice, y agrega: "La edad, el mundo y eso me tiene un poco bloqueada en el hacer canciones. Las cosas que me pasan... Me cuesta. Es tomar conciencia del mundo. De su belleza, pero también de su atrocidad, de sus sombras. Creo que eso me ha bloqueado un poco. Estoy contenta de volcar creatividad en la parte interpretativa".

En esta edición de En Estudio, la artista reflexiona sobre las posibilidades de la mujer en la industria del espectáculo: "Está buenísimo que nos den visibilidad, pero, muchachos, que no sea solo en marzo", y dice que "le llama la atención", no solo la ausencia de mujeres en la grilla de los festivales, sino la repetición de los mismos nombres. "Supongo que hay otras bandas, otras cosas, pero siempre son los mismos. Tampoco creo que tengan que ser o de varones o de mujeres. Estaría buenísimo y nos enriqueceríamos todos que fuera mezclado. Si hay artistas a patadas... Yo no sé si es comodidad por costumbre. No sé si hay maldad, si hay algo pensado. No creo mucho en que haya una conspiración".

"Nunca pude elegir algo. Cuando era estudiante, y me gustaba la música y el rock, y veía que mi voz no era para eso, hice un poco de dirección de coro, de canto, de música popular, y nunca sabía qué elegir. Ese era mi gran drama. No sé qué elegir, no sé a qué dedicarme. Amo la música, pero me gusta toda. Para mí es la vida. Algo sublime. Mágico. Y no sabía para dónde ir. Y, de alguna manera, ahora lo reflejo en mi música", dice, en otro momento de la charla.