En estudio

Sebastián Casafúa: “Las medias del cantautor me dan mucho calor, trato de usarlas poco”

“Provengo del formato de banda, de historias de bandas de rock, y me siento mucho más cómodo de esa forma”.
01.11.2018 17:21
2018-11-01T17:21:00

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Sebastián Casafúa estrenará en sociedad, el próximo 30 de noviembre, Caudillo [Ayuí, 2018], su segundo disco como solista. Ese día saldrá a la venta, y además lo presentará en la Sala Blanca Podestá de Agadu.

Caudillo es un trabajo sólido, de grandes canciones y con una unidad temática excepcional: sus diez canciones son un compendio de personajes deformes, fracasados, inconformes. "Es como un Freak Show", dice Casafúa.

En esta edición de En Estudio, el artista explica que su nuevo trabajo retoma una senda de banda de rock, con canciones que exigen esa sonoridad. "Las medias del cantautor me dan mucho calor, trato de usarlas poco", explica, y agrega: "Provengo del formato de banda, de historias de bandas de rock, y me siento mucho más cómodo de esa forma".

En la entrevista, Casafúa habla de la religiosidad que sobrevuela algunas imágenes presentes en las canciones, y reflexiona sobre el proceso compositivo y su autoexigencia como autor. "Hay [religiosidad] y no entiendo por qué, pero esta musicalidad me pedía una letra de tal forma. Es el proceso que más disfruto, creo que en el que más cómodo me siento, pero también el más tortuoso, porque soy muy exigente en la letra. Soy muy exigente también con tonterías como las palabras que elijo para decir una cosa, o la sonoridad de las palabras. Una letra pasa muchos filtros antes de quedar para una canción. Todo dentro de la subjetividad. Obviamente es mi propio gusto. No quiere decir que sea del gusto de todos".

"El Freak Show es tal, pero cada personaje de las canciones representa algo un poco más real de lo que parece. El caudillo en sí mismo, que aparece en un par de canciones, es como una crítica. Una ironía, y una cosa casi política. En cierto sentido puede ser un disco de protesta. Tiene que ver con esa necesidad que tenemos todos de ir atrás de un caudillo, del número 9 goleador, del señor que da su discurso, del técnico infalible, del músico que no erra una. Y en realidad es todo una paparruchada, todos nos mienten, todo es una imagen, todo es mucho más amplio, mucho más profundo de lo que queremos aceptar. [Una de las canciones de Caudillo] dice ‘detrás de cada bandera hay dos o tres mentiras siempre'. Y es tipo ‘basta, caudillo, basta'", dice, en otro momento de la charla.

 

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