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Pablo “Ruso” Sehabiaga presenta “Entiende a tu gato”: “El gato es un espíritu libre”

El veterinario, que también publicó “Entiende a tu perro”, se centra en el comportamiento de los felinos y su convivencia con los humanos.
15.10.2018 13:20
2018-10-15T13:20:00

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Un gato no es una mascota común. Las comparaciones con otros animales domésticos son casi inevitables. Quienes prefieren a los perros buscan una mascota compañera, fiel y dependiente. Por el contrario, el gato es solitario, algunas veces arisco y básicamente autónomo. Pero, los gatunos de ley son capaces de tolerar eso y mucho más. Esperan días porque vuelva el gato, lo van a buscar, le cambian las piedras de lugar, le modifican la ración. Y más. Es que según "el Ruso" Sehabiaga el gato te elige y cuando eso pasa empieza la magia.

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Un libro imprescindible para los que tienen un gato complicado...

No sé si es imprescindible, pero a diferencia del perro, tenemos mucha menos idea de lo que sería el comportamiento "normal" de un gato. Una vez que lo conocemos empezamos a entender algunos problemas de comportamiento.

Los perros tienen dueño y los gatos "tenedores" o "responsables". Es algo que roza con lo sensual... vengo cuando yo quiero, tengo independencia.

No es todo color de rosas en la historia del gato, tal como contás en el libro.

El gato fue perseguido durante años y empezó a reivindicarse por su cualidad de cazador. Resultó fundamental para terminar con la peste negra, o mejor dicho con los roedores que la transmitían.

Es importante conocer de dónde viene tu gato, algo así como su árbol genealógico...

El gato es un espíritu libre, un animal con principios. Independencia que decía. Y es bueno saber cuánto estuvo con su mamá para ver cuánto aprendió o lo que le falta saber. Eso nos va a marcar un poco cómo vamos a seguir el vínculo. Esto es igual para perros: si el perro nació en una volqueta y estuvo maltratado, es probable que tenga problemas de comportamiento. Con los gatos sucede que la mayoría de la gente no los compra, más que nada los adopta.

Si en los primeros meses están en contacto con humanos o en casas con niños es una cosa, si están en la calle es otra, si se quedaron con su mamá otra distinta. Los gatos aprenden rápido, por ejemplo, el tema de sus necesidades: ellos al mes ya están tapando las heces. El problema es que a veces nosotros lo llevamos a casa y ponemos la bandeja donde suponemos que no molesta pero capaz que está ubicada en un lugar de mucho ruido y el gato no va, porque se estresa. En este caso, hay que darle opciones y ver con cuál se queda para poder resolver el asunto y evitar, por ejemplo, que use las plantas.

También hay que conocer cada cuánto se limpia la bandeja, cómo hay que limpiarla, etc.

Hay algo de particularidad también con la comida...

Si, pueden ser exquisitos con las raciones, incluso puede desarrollar una patología que se llama neofobia. Por ejemplo, si el gato come una sola comida y se enferma, no la va a volver a comer. No es como el perro que siempre tiene un abanico de posibilidades. Cuando viven de la naturaleza comen pequeñas presas varias veces al día y el cambio también les puede afectar. Por otro lado, también es un problema grave la obesidad de los gatos porque a veces no se ejercitan lo que deben y es difícil ponerlos a dieta.

Hay varios ejemplos en el libro de cómo hacer para llevar al gato si se presenta una mudanza, por ejemplo.

Si uno revisa la bibliografía, y esto le va a resultar muy cruel a los tenedores de gatos, pero al gato le interesa primero el territorio y después el núcleo social. Por lo tanto, si nos mudamos de un monoambiente a una casa de 200 hectáreas, el gato se va. Algo parecido pasa en vacaciones: podemos llevar al perro e incluso bajarlo a la playa, pero si hacemos eso con un gato es probable que no lo volvamos a ver.

Cuando hay una mudanza, tenemos que mostrarle la casa de a poco, ir varias veces, que conozca los nuevos olores y varias otras acciones para que siga con nosotros.

También el gato es de irse varios días y a veces de no volver


Cuando hay problemas en los gatos siempre hay un factor de estrés o de un familiar nuevo u otra mascota o algo que altera el equilibrio. Esto se traduce muchas veces en patologías de comportamiento y puede ser un motivo para que el gato se vaya a otra casa. Si le cuesta comer con María, pero en lo de Diana no hay problema, bueno se quedan en lo de Diana. Allí es cuando el gato te elige y puede dejar por un tiempo al otro cuidador.

También está el tema de las salidas. A veces se castra a los machos para que salgan menos y eso es un error. El "vagabundeo" como se llama a las salidas de gatos, es cuando salen a dar una vuelta por el territorio a ver quién lo estuvo marcando, y eso lo hace un animal entero o castrado. La diferencia es que el entero en la época de celo y reproducción se va a ir atrás de una gata y de otra gata y allí se pueden generar peleas con sus rivales.

Hay un capítulo dedicado a las posibles enfermedades que pueden padecerse por tener un gato.

Hay mitos, claro. Es más probable que tengas toxoplamosis por comer un pancho en el carrito que por quedarte con el gato en tu casa, pero hay que consultar siempre al médico. También los gatos van más seguido a las clínicas. Hemos logrado alargar la vida de los animales a casi el doble. Queremos a los animales sanos y los estamos mimando mucho más.

Para saber más, podés seguir en Twitter al autor: @rusomyc

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