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En la nota, Juan Carlos Scelza habla de la privacidad, la importancia del periodismo deportivo en Uruguay, los casos de corrupción en el fútbol y los vínculos de los clubes con los periodistas.

Por ejemplo, Lorenzo le pregunta sobre el audio filtrado del que fuera protagonista, cuando hiciera chistes sobre los presidentes de Peñarol y Nacional, y también hiciera una broma sobre Nacional.

"Hubo dos reacciones que tuve; primero, la molestia e impotencia por lo que pasó. Lo segundo fue llamar a los que involuntariamente podía haber provocado y pedirles las disculpas, y punto y aparte", dijo.

Sobre el hecho de cómo los periodistas deportivos nunca reconocen de qué cuadro son, Scelza dice: "Es cierto que la mayoría de los periodistas dicen que son hinchas de cuadros chicos y sacan pomposamente un carnet de un equipo del que nunca pasaron por la sede"

¿Cómo se "lava" la camiseta que uno tiene adentro desde chico?", le pregunta Lorenzo. "La lavás desde que elegís ser profesional. Uno frente a las cámaras no está pensando si era o no hincha, si te gusta más un color que el otro a la hora de decir si jugó mejor un cuadro o si hay un penal a favor de uno o de otro", respondió.

También se le preguntó sobre el papel del periodismo deportivo local en los casos de corrupción como el de Eugenio Figueredo, en el sentido de si no hubo "complicidad" al no haber investigado a fondo.

"Yo fui a los cumpleaños de 15 de hijas de grandes empresarios que luego terminaron presos y yo no fui cómplice por soplar las velitas, pero fui a la fiesta. Cómplice sería si ayudé a robar", dijo. "En mi forma de hacer periodismo no le hinqué el diente e ir en busca de esa transparencia si olfateé algo que no andaba bien, pero en lo otro no", remarcó.

Lorenzo le preguntó cómo se convive con el odio de la gente, al opinar sobre un tema que despierta tantas pasiones. "Si después de 36 años al aire, compartiendo opiniones, si vos te pararas en 18 de julio y nadie te dijera nada, sería como que no generaste nada", replicó.

En la nota habla también de las amenazas que sufrió, entre ellas una de bomba en su casa por parte de los Tenientes de Artigas, a causa de la llegada de Daniel Passarella a la selección uruguaya y sus palabras al respecto.