Canal M estrena Ausentes, un programa conducido por Miguel Chagas que intenta indagar en los misteriosos casos de personas que han desaparecido de su hogar y también ofrece la mirada de aquellos familiares que aún los esperan o que mueven cielo y tierra para dar con ellos.

El protagonista del tercer episodio es Enzo Terra, que desapareció el 25 de marzo del 2000, a los 18 años de edad, luego de jugar un "picadito" en el Prado junto a sus amigos. Llevaba solo unas zapatillas, una remera y un short.

Cuando sus padres llegaron a su casa, cerca de las 22:30, se encontraron con que la puerta del fondo estaba abierta. Sus padres creyeron que Enzo se encontraba en lo de su mejor amigo, a unas seis cuadras de distancia, pero cuando éste les avisó que Enzo no pensaba ir para allí, tanto la familia como los amigos se preocuparon inmediatamente e intentaron averiguar su paradero.

"Lo que nos ponía especialmente nerviosos es que Enzo tenía siempre la costumbre, impuesta por nosotros, de avisar dónde estaba", explicó a Canal M Francisco, su padre.

El 14 de diciembre de 1999, Enzo había tenido un episodio de "surmenage", en el que perdió la noción del lugar donde estaba, mientras participaba de una clase de animación con sus compañeros.

Cuando la familia acudió a la policía, al día siguiente de la desaparición, los agentes le dijeron que debían dejar pasar 48 horas antes de iniciar la búsqueda policial, algo que fue discutido especialmente por el padre. Además, al haber cumplido 18 años, el caso se catalogaba como "averiguación de paradero", con connotaciones distinas a la búsqueda de un menor de edad, sin prioridad ni recursos asignados.

"El Estado tiene en sus manos la posibilidad de legislar al respecto, sin tener que modificar el presupuesto, dando la jerarquía a algún organismo que pueda hacer uso de la tecnología que hay hoy, y que podría hacer que todas las instituciones estén obligadas por ley a tener la información e imágenes de la gente desaparecida", opinó Francisco.

"Me interesa que exista algo que pueda dar una mano a la gente que pueda pasar por esto en adelante. Ojalá no pasara nunca más, pero la historia indica que todos los años suceden ausencias como estas", agregó.

Su padre cree que puede estar viviendo en una situación marginal. "Con su hermano trabajó en contextos críticos y me lo imagino en un contexto así o en la costa, siendo feliz. Y me lo imagino tocando música. Si bien los profesionales dicen que puede haber perdido la memoria o haber tenido un shock, o episodios de psicosis delirante, yo creo que su esencia, la de un ser sensible, solidario, y con disposición para ayudar al prójimo, está presente en él en cualquier ambiente que esté", agregó Francisco

"Si supiéramos que está feliz y que fue una decisión racional de alejarse del núcleo familiar y de amigos, pero que hace lo que le gusta, es suficiente para mí. Pero no saber nada de ti, Enzo, de si me estás precisando, eso es algo difícil de llevar, y agradecería en el alma saber algo de ti, una señal de que estás bien y de que no nos preocupemos", concluyó.