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Seis entrevistas en Gualeguaychú

Con el vuelco en la relación entre los gobiernos de Uruguay y Argentina, la Asamblea de Gualeguaychú tomó impulso en su lucha contra UPM. Tienen diferencias, algunos son más radicales que otros, pero los une el convencimiento de que la planta algún daño les está causando, aunque no lo puedan probar, y ven a los políticos uruguayos como corruptos.
22.10.2013 12:10
2013-10-22T12:10:00

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Por Alejandro Amaral. Enviado a Gualeguaychú.

Los nombres de Gualeguaychú más conocidos por los uruguayos volvieron a escena luego de tres años alejados de los medios. Las circunstancias políticas hicieron que el gobierno de Cristina Fernández les diera a los asambleístas una razón para envalentonarse: Argentina dice que la planta de celulosa de UPM contamina el río Uruguay.

José Pouler, Ana Angelini, Martín Alazard, Juan Veronesi y Raúl Almeida, miembros de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, y Evangelina Carrozzo, la cara bonita de la ciudad que le dio notoriedad internacional a la causa antipapeleras, se mueven con cautela sobre cómo proceder ante el resurgimiento del conflicto.

Entrevistados por Montevideo Portal en Gualeguaychú, se mostraron contrarios a volver a bloquear el puente internacional General San Martín. Pero en una sesión de la asamblea el pasado miércoles 9, surgieron varias voces proclives a cortar la ruta de ingreso a Argentina desde Fray Bentos. Quedaron en hacer una numerosa reunión el domingo siguiente que interrumpiera el tránsito. No lo lograron y optaron por pedirle al gobierno de Cristina Fernández que se hiciera cargo de un bloqueo a través de una prohibición de transitar el puente que hasta ahora no se dictaminó.

Es que Néstor Kirchner había declarado la lucha como causa nacional en 2006 y se transformó en causa judicial cuando Cristina y el presidente José Mujica llegaron a un acuerdo en 2010 para levantar el bloqueo mediante querellas iniciadas a los asambleístas.

"Corruptos"

Pouler, un hombre robusto que es dueño de una pizzería en la céntrica calle 25 de Mayo en la ciudad de Gualeguaychú, habla sin filtro y acusa de corruptos a los políticos uruguayos. Es un descreído de la política. Durante la dictadura, siendo estudiante, los militares perseguían a un compañero suyo y lo detuvieron a él. Fue torturado, tuvo un arma en la cabeza y sintió que moriría. "Eso hizo que dejara de estudiar, dejara de tener vida social y después no me quise integrara a ningún partido político", contó.

No habla bien ni de Cristina, ni de Mujica, ni del gobernador entrerriano, Sergio Urribarri. De Tabaré Vázquez hasta se burló: "Me gustaría regalarle un juego de estrategia para que no quiera jugar a la guerra en alianza con Estados Unidos en contra nuestro", ironizó.

Angelini es abogada, está casada con Oscar Bargas, otra de las figuras de la Asamblea, y con él comparte un estudio jurídico. Es más dura con Cristina que con Urribarri, muy crítica con Mujica y sobre Vázquez advirtió que, si vuelve a ser presidente, la situación se va a agravar.

El enojo con Vázquez es unánime. Raúl Almeida, que dice conocer desde hace 40 años el río Uruguay y realiza excursiones con embarcaciones, afiló un poco más la lengua y trató directamente de "gran traidor". El peor recuerdo es cuando el expresidente se enojó por una protesta de asambleístas en una cumbre en Chile y dio la orden de prender la llave de Botnia.

Pouler rememoró esa situación, porque fue uno de los que viajaron a Chile, y contó que eso se tuvo presente durante el último encuentro entre Cristina Fernández y José Mujica a fines de setiembre durante el bautismo del barco "Francisco" de Buquebus. Los asambleístas pensaban llegar hasta Puerto Madero, pero decidieron no hacerlo para que su protesta no fuera el argumento del presidente uruguayo para autorizar a UPM a aumentar su producción.

Contaminación

Martín Alazard es médico y se explayó sobre el aumento de las afecciones respiratorias desde que la planta de celulosa está operativa. Fue el más duro con Mujica: con enojo, dijo que fue "payasesco" aquello de que en la zanja de su chacra hay más fósforo que el que larga UPM al río. A su lado, Veronesi, productor y comerciante del vecino Pueblo Belgrano, reconoció, como lo hacen todos los asambleístas, que no se pueden probar los efectos contaminantes, pero afirmó que es evidente que los pobladores están sufriendo su impacto.

Almeida y Veronesi pusieron énfasis en el caso de una niña nacida con malformaciones de una pareja que vivía en la costa del río. Ahora la beba está internada en Paraná, la capital entrerriana. Ninguno puede afirmar que la pastera causara el daño, pero sostienen que tampoco se puede negar.

Evangelina Carrozzo es "la cara bonita de la Asamblea y eso ayuda", dijo Angelini. Y según Pouler, "puso el coraje que tenía que poner" cuando en 2006 irrumpió en una cumbre de presidentes en Austria, de la que participaban Tabaré Vázquez y Néstor Kircner, con un cartel con las inscripciones "Basta de papeleras contaminantes", "No pulpmill polution", las banderas de Uruguay y de Argentina y la firma de Greenpeace.

Si bien Carrozzo no participa de las asambleas, asiste a algunas movilizaciones y se suma a la opinión de los activistas. En una charla con Montevideo Portal en la costanera de la bella ciudad de Gualeguaychú, habló del impacto de la contaminación, de su decepción con Mujica, recordó con orgullo su acción en Viena, su salto a la fama, comentó sus efectos y se mostró como una determinada "gualeguaychuense más que lucha por la vida".

Desde el lado argentino del puente General San Martín impacta la imagen de la planta de UPM. Entre el puente y Gualeguaychú, los vehículos transitan por encima de pintadas contra Botnia, como allí le siguen llamando. Al costado de la ruta, son constantes las inscripciones en todo el trayecto. En Arroyo Verde, donde se había instalado el bloqueo, un ómnibus y algunas casetas están a las espera de lo que vaya a pasar. Allí hay cuidadores con televisión para abonados todo el día.

Camino a Ñandubaysal, un camping privado con playa sobre el río Uruguay, se ven muchos carteles con consignas antipapeleras. Dentro del predio también. En la costa hay que hacer fuerza para ver algo blanco en la costa uruguaya. En Gualeguaychú dicen que el impacto visual es importante, aunque admiten la falsedad de una foto que circula en internet en que se ve gente bañándose y, de fondo, una imagen muy cercana de la pastera.

En Gualeguaychú, la certeza de que UPM contamina es indiscutible. Suponen que también en Uruguay debería ser así, que tal vez no haya mucho conocimiento o que hay miedo de hablar contra la pastera y que los medios no les dan espacio a quienes lo quieran hacer.

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